Indignación en aumento tras la redada de los servicios de inteligencia y la policía en la Confederación Coreana de Sindicatos

En una escalada de persecución antisindical en Corea del Sur, la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU) fue objeto de una redada por parte del Servicio Nacional de Inteligencia, acusada de violar una ley de seguridad nacional de la época de la Guerra Fría.

January 23, 2023 by Peoples Dispatch
Investigadores del Servicio Nacional de Inteligencia y de la Agencia Nacional de Policía de Corea del Sur entraron por la fuerza y realizaron una redada en la Confederación Coreana de Sindicatos. (Foto: Joon Kim/Labor and the World vía KCTU)

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El miércoles 18 de enero, la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU por sus siglas en inglés), una de las mayores organizaciones laborales de Corea del Sur, fue objeto de una redada de los servicios de inteligencia y la policía, mientras el gobierno intensificó su persecución a sindicatos y grupos progresistas del país. El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS, por sus siglas en inglés) y la Agencia Nacional de Policía llevaron a cabo múltiples redadas en las oficinas de la KCTU y sus afiliados.

Según los informes, el NIS obtuvo del tribunal una orden de registro e incautación contra la KCTU basada en supuestos cargos de violación de la controvertida Ley de Seguridad Nacional de 1948. Al parecer, funcionarios del NIS declararon que el registro se produjo tras años de “investigaciones internas sobre… presuntos vínculos con Corea del Norte”, pero se negaron a divulgar más información.

Cuatro personas fueron los principales objetivos de la redada. Entre ellas, un alto dirigente de la KCTU, un funcionario de cada una de sus filiales, el Sindicato Coreano de Trabajadores de la Salud y la Medicina y el Sindicato Coreano de Trabajadores Metalúrgicos, y un organizador sindical y activista antibelicista de la isla de Jeju

Aparte de la sede del sindicato en Seúl, se llevaron a cabo redadas en múltiples lugares, incluidos los domicilios de los dirigentes sindicales acusados. En su sede de Seúl, los funcionarios del KCTU se enfrentaron a los investigadores, exigiendo que el registro se realice en presencia de un abogado, pero al parecer el NIS y los investigadores policiales entraron a empujones en la oficina.

El enfrentamiento duró más de tres horas antes de que se pudiera proceder al registro. La KCTU retransmitió en directo en YouTube el enfrentamiento y partes de las redadas, mostrando a los investigadores forzando su entrada a la oficina. Funcionarios de KCTU declararon también que se tomaron identificaciones y fotografías de las personas presentes en la sede sin el permiso de KCTU.

En una rueda de prensa celebrada por la tarde, poco después del inicio de la redada, Han Sang-jin, portavoz de la KCTU, declaró que la redada parecía un intento de vincular por la fuerza la persecución en curso de sindicalistas con una supuesta “red de espionaje” norcoreana.

“(Los investigadores) desplegaron cientos de efectivos policiales e incluso trajeron colchones inflables, creando una escena, aunque no tenemos muchos motivos para resistirnos”, declaró Han. El sindicato también denunció el uso indebido de la controvertida Ley de Seguridad Nacional.

Esta ley, aprobada en plena guerra de Corea, contiene secciones que penalizan las reuniones con funcionarios norcoreanos, así como alabar o promover Corea del Norte o el comunismo. Fue ampliamente utilizada para la persecución anticomunista y antisindical y para reprimir las voces democráticas durante la Guerra Fría.

La redada se produce en un momento en que el gobierno conservador de derechas del presidente Yoon Suk-yeol tiene en la mira a dirigentes de grupos progresistas y movimientos sindicales del país, utilizando acusaciones infundadas de vínculos con Corea del Norte y espionaje a su favor.

Funcionarios de inteligencia han alegado que algunas de las recientes huelgas de trabajadores y protestas contra la guerra celebradas tras la llegada al poder de Yoon se llevaron a cabo por orden de Corea del Norte. También en estos casos se utilizó la Ley de Seguridad Nacional como base para las investigaciones y redadas.

En las últimas semanas se han llevado a cabo múltiples redadas en los domicilios de activistas progresistas y organizadores de la KCTU, informó The Korea Times. Han tenido lugar en la isla de Jeju, Jinju y Changwon, en la provincia de Gyeongsang del Sur, y en Jeonju, en la provincia de Jeolla del Norte. Las redadas han formado parte de la investigación del NIS sobre una supuesta “red de espionaje” dentro de los grupos progresistas del país.

Aunque el NIS ha negado que la investigación de la “red de espionaje” esté relacionada con la redada del miércoles en la KCTU, los activistas han denunciado la intimidación y la persecución de las voces progresistas de la oposición con leyes de la época de la Guerra Fría y la caza de brujas anticomunista, habituales durante la dictadura militar.

Las redadas se producen también en un momento en que el presidente Yoon se enfrenta a bajos índices de aprobación, junto con acusaciones de corrupción contra su esposa, un creciente sentimiento antibelicista y protestas contra la presencia militar estadounidense en Corea del Sur. También se han producido huelgas sindicales generalizadas en todo el país, como la reciente huelga de camioneros.

La semana pasada, en una rueda de prensa conjunta en la isla de Jeju, un grupo de activistas de la sociedad civil, defensores antibelicistas, líderes políticos de la oposición y sindicalistas denunciaron las redadas como un intento de reprimir los movimientos progresistas con afirmaciones falsas.

“La investigación sigue en curso y no se ha acusado a nadie. Sin embargo, basándose únicamente en lo escrito en las órdenes de registro, se ha exagerado como un caso de red de espionaje”, afirmó el grupo en una declaración citada por The Korea Times. El comunicado también señala que sospechan que el gobierno está filtrando “información falsificada a los medios de comunicación conservadores” para evitar las críticas por los recientes fallos en la seguridad fronteriza.