El bipartidismo triunfa: Daniel Noboa y Luisa González disputarán el balotaje presidencial

En unas elecciones sin precedentes, el candidato oficialista y la candidata del correísmo acapararon más del 88% de los votos válidos, a pesar de que había casi 16 candidatos.

February 12, 2025 by Pablo Meriguet
Luisa González y Daniel Noboa se enfrentarán en la segunda vuelta de las elecciones el 13 de abril. Fotos vía X

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El presidente derechista Daniel Noboa y la progresista Luisa González ganaron el primer y segundo puesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, obteniendo un 88% de los votos válidos. Los candidatos disputarán la Presidencia de la República el 13 de abril.

Según datos del Consejo Nacional Electoral, hasta ahora, el actual presidente ecuatoriano, del partido Acción Democrática Nacional (ADN), obtuvo el 44,29 % de los votos válidos, mientras que Luisa González, del partido Revolución Ciudadana, obtuvo el 43,85 %. Esto significa que existe más o menos 42 mil votos de diferencia de un total de más de 10 millones de personas que asistieron a votar. En tercer lugar se encuentra el líder indígena Leonidas Iza con el 5,26% del partido Pachakutik y en cuarto lugar la derechista Andrea González con un 2,71%. Los doce candidatos restantes obtuvieron, de forma individual, menos del 1%. Entre todos ellos suman apenas el 3,89%.

La última vez que un candidato obtuvo una votación tan alta en primera vuelta fue en 2013, cuando el entonces presidente Rafael Correa alcanzó el 57% (ganando así la presidencia en primera vuelta), el banquero y futuro presidente Guillermo Lasso (2021-2023) el 23%, y el expresidente Lucio Gutiérrez (2003-2005) el 7% de los votos válidos. No obstante, nunca había sucedido que los candidatos líderes en votaciones obtuvieran una votación tan alta y al mismo tiempo tan similar.

Las reacciones de los candidatos

Para ADN y Daniel Noboa, paradójicamente la victoria de la primera vuelta tuvo un claro sabor a derrota. Decenas de sus simpatizantes se reunieron en un hotel del norte de Quito para festejar la anunciada victoria en primera vuelta. Para ello, Noboa debería haber alcanzado más del 50% de los votos u obtener más del 40% de los votos y una diferencia de 10% con su inmediata perseguidora, en este caso, Luisa González. Nada de esto sucedió, pese a que había un aire de triunfalismo en el oficialismo. De hecho, al festejo, que no se dio, jamás llegó el presidente

Los simpatizantes de Noboa tuvieron que esperar impacientes un escueto mensaje que el presidente publicó en redes sociales, en el que reivindicaba la votación de ayer, aunque Noboa aún no aparece ante cámaras, lo cual confirma esta sensación general de que ha asumido la votación de ayer como una derrota causada por sus altas expectativas. “Ganamos la primera vuelta contra todos los partidos del Viejo Ecuador. Ganamos y dimos el paso más importante de todos: consolidar un Parlamento distinto, convirtiéndonos en la primera fuerza [política]. “

Por su parte, el correísmo sí festejó los resultados electorales pese a ubicarse en segundo lugar. Durante varios días el fantasma de una posible victoria de Noboa en primera vuelta rondó los pasillos de la política ecuatoriana. Esto indudablemente hizo que varias personas que iban a votar por otras opciones decidieran votar por Luisa González durante la última semana y así evitar que Noboa saque más de 10% de diferencia. De hecho, esta circunstancia, además del rechazo a Noboa y la crisis absoluta de los otros partidos clásicos, le permitió al correísmo superar su votación en primera vuelta de las dos últimas elecciones, que se ubicó entre el 32,72% y el 33,61%.

El correísmo ha interpretado esta primera vuelta como una posibilidad de vencer a sus rivales, victoria que le ha sido elusiva en las dos últimas elecciones, pues si bien es una fuerza política que alcanza usualmente la segunda vuelta, el peso del voto anticorreísta termina por pesar más. Pero ahora parece que hay una luz al final del túnel para Luisa González, pues parece que, si realiza los acuerdos adecuados con otras fuerzas políticas y si logra disminuir el efecto que tienen los ataques mediáticos en contra de su figura, podría tener una posibilidad de ganar.

González publicó en X “Gracias a nuestra militancia, a los ciudadanos, a todos los que buscamos un cambio de rumbo para nuestra Patria. Ellos tienen el miedo, nosotros la esperanza.”  Por su parte, el líder indiscutible de la RC, Rafael Correa, dijo “Gracias a todos. Felicidades a nuestra militancia, que enfrentó a millones de dólares y a todo el poder del Estado.”

¿Qué definirá al ganador?

Ahora empieza la carrera por obtener los votos restantes para alcanzar la victoria. Seguramente Noboa apostará por exacerbar aún más los sentimientos anticorreístas (lo cual probablemente hará que los votos de Andrea González, la candidata anticorreísta más radical, apoyen al actual Presidente) y ganarse también el apoyo político de los candidatos de derecha que no alcanzaron más del 1% de los votos. Tal vez Noboa se vaya a mostrar como el gran líder de una coalición anticorreísta que, como es costumbre, afirma que si no vence a los correístas el país se destruirá (pese a que actualmente el país atraviesa una crisis severa y multidimensional). Noboa logró pulverizar en las elecciones a los otros candidatos que también enarbolaron el discurso anticorreísta, por lo que su mérito y misión parece que es y será continuar con una campaña electoral que busca deslegitimar a su rival directo llamándolo “mafia” y “el pasado”.

Por su parte, González ya empezó a enviar mensajes públicos a Leonidas Iza, quien acumuló un 5% de votación y que será esencial en la segunda vuelta. Iza, González y otros candidatos como Jairala y Granja no lograron cimentar una alianza de los sectores progresistas e izquierdistas antes de las elecciones, por lo que ya conocen bien cuáles son las discrepancias más importantes. González deberá demostrar con acuerdos cuánto desea el apoyo de Leonidas Iza, quien dijo que si se apoya o no la candidata de la RC, no lo decidirá él, sino que lo va a “definir el poder político colectivo…Van a tener que esperar nuestra decisión colectiva…Este país finalmente va a entender que en esta sociedad se va a conjugar la democracia comunitaria, la democracia directa y la democracia representativa. Aquí no vamos a entregar el voto pasivamente a nadie. Vamos a sostener nuestro proyecto de país.” Por último, Iza afirmó “Este sueño no cabe en las urnas”.

En este sentido, parece que los dos grandes lemas de las campañas finalistas girarán en torno a la contradicción: antinoboísmo vs. anticorreísmo. Ecuador demostró el pasado domingo, probablemente por su grave crisis de seguridad y su prolongada crisis económica, que es un país receptivo a determinados discursos políticos que buscan sumar apoyos mediante no solo la diferenciación política, sino además mediante la categorización religiosa y secular  del adversario como “el enemigo que debe derrotarse a toda costa, o de lo contrario llegará el fin de los tiempos” (como si se tratase del Anticristo). Por ello, lo más probable es que esta distinción radical con respecto al otro se mantenga —y que junto a los apoyos que puedan sumar sin ver desgastada su identidad política en demasía—defina quién vencerá en las próximas elecciones

La Asamblea Nacional será prácticamente bipartidista

Otro poder del Estado que se configuró en estas elecciones es la Asamblea Nacional. Debido a la alta votación por ADN y la RC, su composición será prácticamente bipartidista. Si bien aún se deben decidir varios escaños, parece que el partido de Noboa tendrá 65 curules, mientras que el correísmo alcanzará los 64 puestos. Pachakutik, quien apoyó a Iza, tendrá diez votos, mientras que el clásico Partido Social Cristiano pierde mucho al alcanzar solamente cinco escaños. El derechista partido Construye alcanza un voto, y cuatro puestos alcanzarán los movimientos regionales y otras alianzas.

Hasta que se cuenten todos los votos, aún falta por definir quiénes serán los restantes diputados elegidos en una Asamblea que este año aumentó su número de participantes y que para definir algo por mayoría simple necesitará de 76 votos. Este hecho no es menor, pues por primera vez el correísmo no será el partido más numeroso en la Asamblea y necesitará alianzas para conseguir alguna mayoría, al igual que el partido derechista ADN, que necesitará de alianzas firmes para sostener algún equilibrio en el poder legislativo. Todo dependerá de la segunda vuelta del 13 de abril.