¿Existe algún país que pueda sobrevivir lo que Cuba ha soportado?

El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba reflexiona sobre cómo el bloqueo impuesto por Estados Unidos limita la capacidad de Cuba para avanzar y desarrollarse.

June 13, 2025 by Carlos Fernández de Cossio
El pueblo cubano marchando en La Habana contra el bloqueo y la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo en diciembre de 2024. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Read in English here

Como todo país en desarrollo, Cuba enfrenta las desventajas de un orden económico internacional heredero del colonialismo y el neocolonialismo, que perpetúa la condición subalterna en el sistema internacional de los que sufren el subdesarrollo, el intercambio desigual y los límites a la transferencia tecnológica y de capital desde los países desarrollados, en su mayoría antiguas metrópolis coloniales, beneficiarias del régimen de explotación, saqueo y esclavitud que significó ese régimen.

Experimenta, además, la condición de ser un país de escasas riquezas naturales.

Pero lo que es singular de Cuba, lo que distingue su situación por encima de cualquier otro factor, es el hecho de ser el blanco de una guerra económica despiadada, prolongada y extremadamente asimétrica de parte de Estados Unidos, la mayor potencia económica, tecnológica y militar del mundo. No existe ejemplo similar en la larga y nefasta historia del uso de medidas coercitivas unilaterales con fines políticos por parte de países desarrollados contra países en desarrollo. Sin reconocer ese hecho, todo análisis sobre la situación cubana es superficial o deliberadamente sesgado.

El impacto del empeño estadounidense en entorpecer las relaciones comerciales de Cuba en el mundo entero es abrumador. La capacidad de Estados Unidos para impedir, obstaculizar y sabotear el acceso de Cuba a fuentes de financiamiento en cualquier país o región es más efectiva hoy que en ningún momento anterior, como lo es para impedir o limitar en extremo el acceso de Cuba a tecnología. La intimidación a ciudadanos de más de 40 países para que renuncien a su derecho a visitar Cuba es absurda y supuestamente inaceptable, pero efectiva.  Las acciones para impedir el suministro de combustibles a Cuba son criminales y extremadamente dañinas.

Representantes del actual gobierno estadounidense han reconocido que su objetivo es perfeccionar el diseño de la política de máxima presión para hacerla más efectiva, en términos del daño a la economía y el pueblo cubanos. Han planteado que serán más creativos para identificar e intentar cortar fuentes de ingreso externas de Cuba, con el objetivo abierto de hacer colapsar la economía.

Cuba transita por un período de grandes desafíos, representado por la inestabilidad y los desbalances económicos; con inflación, bajo nivel adquisitivo para un segmento representativo de la población, depresión de servicios esenciales como la salud, el transporte, las comunicaciones, el abasto de agua, los servicios comunales y la generación eléctrica, entre otras realidades. El impacto sobre el bienestar, nivel de vida, satisfacción de necesidades y aspiraciones es visible. También lo es sobre el ánimo y los sentimientos de la población.

Antes de juzgar la habilidad, sensatez o eficacia de la gestión económica del gobierno cubano de parte de los muchos que nos observan y se sienten con autoridad para opinar, pregúntese que país hubiera tenido la capacidad como la ha tenido Cuba de sostenerse, avanzar en el desarrollo social, en la justicia para todos, asegurar la tranquilidad ciudadana y aun practicar la solidaridad. Analícese qué país hubiera tenido la capacidad que tiene Cuba de enfrentar una guerra tan despiadada en condiciones de tanta desventaja. El espanto reciente entre muchos países ante las medidas arancelarias del gobierno de Estados Unidos brinda una señal muy tenue y comparativamente insignificante sobre el efecto dañino que pueden provocar las medidas coercitivas de ese país.

Revísese la meta que se plantean los agresores de Cuba, lo que se han propuesto desde la década de 1960 con la confianza de lograr su cometido, los augurios que han anunciado durante más de 60 años, la naturaleza, el contenido y el alcance extraterritorial de las medidas de coerción económica que han aplicado contra nuestro país.

El bloqueo económico es el obstáculo fundamental para el desarrollo económico de Cuba, y el progreso y bienestar de los cubanos. No hay factor que pueda compararse por su impacto y por el daño que provoca.

Carlos Fernández de Cossio es el Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba.