El Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos reclama un nuevo orden internacional en lo económico, político y lo social

En una reciente reunión mundial, cientos de activistas de la salud se comprometieron a unir el movimiento por la salud con otros movimientos sociales progresistas. Su objetivo es formar una amplia coalición para un cambio radical que contrarreste las crisis del capitalismo y el imperialismo.

June 12, 2024 by Wim De Ceukelaire, Ana Vračar
Photo via People's Health Movement

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En abril de este año, cientos de activistas de la salud se reunieron en Mar del Plata, Argentina, para revigorizar la lucha por los derechos a la salud. Esta viene a ser la quinta asamblea mundial desde el año 2000. En ella, se puso en relieve la perdurable vitalidad del Movimiento para la Salud de los Pueblos (MSP), principal defensor de la salud como derecho humano para todos y todas.

Creada tras la primera Asamblea de los Pueblos por la Salud en 2000, el MSP es una red mundial de activistas, movimientos sociales y organizaciones que defienden la salud como un derecho humano fundamental, promueven la atención primaria de salud integral y luchan por unos sistemas sanitarios equitativos.

La quinta Asamblea de los Pueblos por la Salud contó con sesiones plenarias, subplenarias y talleres interactivos centrados en cinco temas clave: la resistencia a la guerra, la ocupación y la migración forzosa; los conocimientos tradicionales ancestrales y populares; la justicia de género en la salud; la transformación de los sistemas sanitarios; y la salud de los ecosistemas.

“En el corazón de nuestra asamblea reside el poder de los movimientos populares. Escuchar los testimonios de quienes están en la vanguardia de la lucha enciende un fuego en nuestro espíritu colectivo, recordándonos la resistencia y la solidaridad que alimentan nuestro camino hacia la salud para todos”, declaró Carmen Báez, del comité organizador local, durante la ceremonia de apertura.

La asamblea se enfrentó a desafíos debido al nuevo Gobierno argentino de Milei, que impone políticas neoliberales radicales, y a la actual guerra genocida israelí contra Palestina, que complicó los viajes de varias delegaciones.

Los delegados y delegadas palestinas contribuyeron a través de una videollamada, en la que el destacado activista Mustafa Barghouti detalló las graves repercusiones de los ataques israelíes sobre el sistema sanitario de Gaza. “Hoy, muchos países y pueblos libres del mundo se solidarizan con el pueblo palestino en su tragedia y luchan junto a nuestro pueblo para detener la guerra y apoyar sus derechos. Les pedimos que se pongan del lado de todas las voces libres del mundo”, pidió el MSP Palestina a la asamblea en una petición que fue recibida con una gran ovación.

Vivian Camacho, Directora Nacional de Medicina Tradicional de Bolivia, hizo hincapié en la integración de las perspectivas y necesidades indígenas en los sistemas médicos occidentales. “La vida de las personas tiene que ver con nuestra profunda identidad y resistencia cultural. La medicina tradicional ancestral tiene que ver con una profunda resistencia cultural histórica al colonialismo, a la violencia que se ha utilizado contra nosotros, a la usurpación de nuestros territorios, a la masacre de nuestros pueblos”, afirmó.

“La solidaridad feminista nos sitúa en un marco de apoyo mutuo”, afirmó Sonia Gutiérrez, del Movimiento Político Winaq de Guatemala, destacando el potencial de las luchas de las mujeres para contribuir a la Salud para Todos. “Para la liberación de las mujeres, de los pueblos que han sido conquistados, debemos liberarnos de la opresión histórica”, añadió. El camino para lograr dicha liberación pasa por la construcción de un movimiento social conjunto que represente los logros existentes de las luchas feministas y que se construya sobre la base de la solidaridad y la unidad que ya están incluidas.

Matheus Falcão, del MSP Brasil, destacó que en la asamblea no sólo se debatieron problemas, sino que también se mostraron avances exitosos en la lucha por la salud. “En Brasil establecimos un sistema de acceso universal a la atención sanitaria, logrado a través de un proceso que llamamos la Reforma Sanitaria que tuvo lugar en los años 70 y 80”, dijo. “Este es un ejemplo de cómo estos logros son fruto de la lucha de la gente, teniendo en cuenta la perspectiva de… las comunidades”.

Necesitamos más lucha y unidad para alcanzar la Salud para Todos

La asamblea culminó con un llamado a la acción, elaborado mediante un proceso participativo y que hace hincapié en la necesidad de un cambio radical para contrarrestar las crisis del capitalismo y el imperialismo. El documento insta a sustituir el modo capitalista de producción, consumo y vida por un sistema basado en la soberanía, la autodeterminación, la igualdad y la cooperación entre las naciones.

Según el documento, sólo un cambio radical que sustituya el modo de producción, consumo y vida generado por el capitalismo puede invertir las tendencias destructivas de la explotación y el extractivismo. “Creemos que el nuevo orden económico debe basarse en la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, y en la igualdad y la cooperación entre las naciones, así como en la solidaridad y la paz”, explicaba, añadiendo que es necesario restaurar el control y la propiedad de las personas sobre las necesidades vitales.

Refiriéndose a la teoría del cambio del movimiento, el llamado a la acción afirma: “La transformación del sistema capitalista transnacional e imperialista en un nuevo orden económico, político y social internacional sólo se producirá mediante la acción conjunta y la solidaridad de los movimientos sociales, los partidos políticos progresistas y los Estados-nación. La lucha de clases será una parte vital de esta acción”.

El llamado a la acción hace hincapié en la necesidad de procesos nacionales que impulsen la transformación económica, política y social, incluyendo reformas progresistas en sanidad, educación, agroecología, alimentación, energía y trabajo. Estas reformas pretenden reducir o eliminar las desigualdades injustas y crear una economía sostenible desde el punto de vista medioambiental. Para lograrlo, los círculos nacionales del MSP colaborarán con las comunidades para desarrollar soluciones apropiadas a nivel local que contrarresten el neoliberalismo y el imperialismo.

En su conclusión, el documento pretende unir el movimiento por la salud con otros movimientos sociales progresistas, creando un amplio frente para establecer un nuevo orden económico, político y social internacional. El MSP también pretende buscar alianzas con partidos políticos y Estados que promuevan este nuevo orden económico internacional.

Wim De Ceukelaire es activista por la salud y la justicia social y miembro del consejo directivo mundial del Movimiento para la Salud de los Pueblos. Es coautor de la segunda edición de The Struggle for Health: Medicine and the Politics of Underdevelopment (La lucha por la salud: Medicina y política del subdesarrollo) con David Sanders y Barbara Hutton.

Ana Vračar es reportera de salud en People’s Health Dispatch, un boletín quincenal publicado por Peoples Dispatch y el Movimiento para la Salud de los Pueblos. Es la coordinadora regional de MSP Europa y copresidenta del Consejo de Dirección de MSP.

Este artículo fue producido para Globetrotter.