¿Por qué el gobierno de Petro solicita el indulto de Simón Trinidad a Biden?

El preso político lleva más de 20 años detenido en un centro penitenciario de máxima seguridad en Colorado. Quienes defienden el proceso de paz insisten que su liberación es parte clave de la paz total en el país.

December 13, 2024 by Peoples Dispatch
El preso político Simón Trinidad. Foto: Campaña para liberar a Simón Trinidad

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Hace pocas semanas se conoció que el gobierno de Gustavo Petro solicitó al Presidente Biden el indulto de Simón Trinidad, un exguerrillero colombiano que fue condenado a 60 años de prisión en Estados Unidos tras ser capturado en Ecuador en 2004 cuando iba a reunirse con un delegado de las Naciones Unidas.

Según el Ejecutivo colombiano, la liberación de Trinidad contribuiría a construir una Colombia reconciliada tras décadas de guerra civil. Incluso se supo que el embajador colombiano en Washington, Daniel García, envió algunas comunicaciones al gobierno estadounidense solicitando el indulto. Para Rodrigo Londoño, exguerrillero y actual líder del Partido Comunes, la repatriación de Trinidad podría ayudar a la reparación de las víctimas del conflicto armado.

Esto es así porque Trinidad aún no ha sido interrogado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), institución creada a partir de los Acuerdos de la Habana en 2016, dedicada al esclarecimiento de las responsabilidades de los guerrilleros, fuerza pública y terceros que participaron en el conflicto armado. En este sentido, el viceministro de Relaciones Exteriores, Jorge Rojas, declaró que la liberación de Trinidad es un asunto humanitario, en cuanto el grupo al que pertenecía ya firmó la paz con el Estado colombiano. Durante el proceso de diálogo entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos que llevó a los Acuerdos de la Habana, la liberación de Trinidad fue un tema central.

Según Christian Arias, integrante de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Coordinación Política y Social de Marcha Patriótica, “lo que presenta el gobierno colombiano a los Estados Unidos es la solicitud de clemencia e indulto que puede ofrecer el Presidente Biden para favorecer al proceso de paz, para favorecer el proceso de [esclarecimiento] de la verdad sobre los hechos del conflicto [armado] en Colombia”.

En este sentido, Arias opina que la liberación de Trinidad “sin duda ayudaría al proceso de paz en Colombia. Por un lado, demostraría que el Estado colombiano es capaz de cumplir los acuerdos y transmitir una señal de confianza a las organizaciones guerrilleras y otros grupos armados con los cuales el gobierno de Petro se encuentra dialogando y negociando al mismo tiempo…La garantía para que el gobierno avance en lo que ha llamado ‘Política de Paz total’, una política pública de solución a estos conflictos (política muy ambiciosa), es el cumplimiento total del Acuerdo de Paz del 2016”.

Además, al regresar a Colombia, continúa Arias, Trinidad deberá rendir testimonio ante los tribunales especiales para la paz, y explicar cuál fue verdaderamente su participación en los hechos del conflicto armado; de esta forma, continúa, se podría dar una reparación verdadera a las víctimas del conflicto armado.

¿Quién es Simón Trinidad?

Simón Trinidad es el alias de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, un colombiano nacido en Valledupar, Departamento del César, en 1950. Proveniente de una familia acomodada, Palmera se dedicó a estudiar economía en Bogotá y, posteriormente, según él mismo, realizó un posgrado en la Universidad de Harvard (aunque esta información ha sido puesta en duda).

A su retorno, trabajó para el gobierno del Departamento del César como asesor financiero de la institución pública llamada Caja Agraria mientras supervisaba los trabajos en las fincas de su familia. Poco después se dedicó a la docencia universitaria en la Universidad Popular del Cesar, donde enseñaba Historia Económica de Colombia. En dicha universidad fue arrestado en 1979 por cinco días, acusado de ser guerrillero; fue liberado prontamente.

En 1981, Palmera, junto a Jaime Sierra, Tomás Agudelo y Federico Palacios, fundaron un grupo político llamado “Los Independientes” (de corte marxista-leninista), el cual apoyaría en 1985 a la Unión Patriótica (UP), un movimiento político colombiano de izquierda que buscó transformar la sociedad colombiana por medios electorales. Según la Jurisdicción Especial para la Paz, 5.195 de los militantes y dirigentes de la UP fueron asesinados de manera oprobiosa, lo cual se constituyó en una de las masacres políticas más infames de la historia.

Por esta razón, Palmera, que era militante de la UP, decide abandonar la vía legal y sumarse en 1985 a las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en donde asciende políticamente de forma meteórica tras varias operaciones militares, en menos de diez años, y siendo entonces uno de los principales responsables de la propaganda del grupo insurgente. Es entonces cuando asume su sobrenombre, Simón Trinidad, en honor a Simón Bolívar.

En el 2000, ocupó la vocería de las FARC en las conversaciones de paz de San Vicente del Caguán que mantuvo este grupo con el gobierno colombiano de Andrés Pastrana (1998-2002); es entonces que su figura adquiere relevancia mediática nacional e internacional. En 2004 fue capturado en Quito, Ecuador, por la policía local.

En noviembre de 2004, la Corte Suprema de Justicia de Colombia,aprobó su extradición, aunque el propio presidente de entonces, Álvaro Uribe (2002-2010), debía aprobar personalmente la extradición. Como era de esperarse, el entonces Presidente colombiano autorizó su deportación el 17 de diciembre del mismo año, aunque afirmó que podía cancelar la extradición si las FARC liberaba a los presos que tenía en su control. El grupo insurgente rechazó la propuesta y Trinidad, que dijo que aprovecharía la oportunidad para protestar contra el gobierno uribista, fue deportado el 31 de diciembre del 2004.

¿De qué crímenes se lo acusa?

Trinidad enfrentó dos procesos judiciales en Estados Unidos. En el primero fue acusado por participar en el secuestro de tres ciudadanos estadounidenses en Colombia, los cuales estuvieron retenidos por casi cinco años hasta su liberación en 2008 en el marco de la Operación Jaque. El juicio duró cuatro semanas y fue encontrado culpable. El juez a cargo del caso le impuso una pena de 60 años de cárcel. En el segundo proceso judicial fue acusado de estar involucrado en actividades narcodelictivas, pero el juicio no prosperó porque, según Arias, Trinidad logró demostrar que los argumentos del fiscal no eran verdaderos.

Agrega Arias que Trinidad no podría haber participado del secuestro de los tres ciudadanos estadounidenses (que, según Arias, “eran tres militares retirados que prestaban servicios de inteligencia a través de empresas privadas”), porque se encontraba a cientos de kilómetros del suceso y no pertenecía al frente de las FARC que realizó el secuestro.

Actualmente Trinidad se encuentra recluido en la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado (también conocida como el “Alcatraz de las Montañas Rocosas”), en una pequeña celda que siempre tiene la luz encendida, sin acceso a lecturas y sin la posibilidad de escribir.

En un video de 2019, Trinidad explica que su estancia en la prisión transcurre en un aislamiento que ha durado varios años: “Yo estoy encadenado…Tengo cadenas en los pies, un cinturón en la pierna con una batería de miles de voltios que, a juicio de los carceleros, pueden accionar el mecanismo y producirme una fuerte carga eléctrica. Tengo más de cinco años en total aislamiento, sin poder conversar con alguien porque no hablo el idioma. No se me ha permitido ni siquiera estudiar [inglés]”.

Al respecto, Arias comenta que Trinidad se encuentra detenido “en condiciones inhumanamente especiales. Se encuentra en un asilamiento casi total, [en una celda] bajo tierra y con una limitada cantidad de luz solar por día. Tiene un régimen de visitas restringido, con la posibilidad de recibir correspondencia únicamente mediante sus abogados en Estados Unidos. Es decir, tiene un permanente control sobre las relaciones que puede tener con otras personas; no cualquiera puede visitarle”.

Por ahora no han existido señales favorables de que el gobierno de Estados Unidos quiera liberar a Trinidad, pese a los esfuerzos del Estado colombiano durante varios años. Según Christian Arias, la negativa de liberarlo tiene que ver con “una forma de dar una lección que tiene los Estados Unidos a los grupos rebeldes y revolucionarios…Muchas veces, los propios asesores de seguridad nacional han afirmado que no están al tanto del asunto o que no ven posible la liberación”.

Sin embargo, la campaña por su liberación sigue como pieza fundamental para una paz completa en Colombia. Así lo reconocen varios sectores políticos de Colombia que apuntan a fortalecer los acuerdos de paz del 2016, como por ejemplo la Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos y de las Victimas de la Prisión Política, la cual ha buscado que el gobierno de Biden otorgue el indulto a Trinidad antes de que finalice su mandato el 20 de enero del 2025. En una carta abierta firmada por más de 300 personas y organizaciones de derechos humanos se pide que se “tomen las medidas legales pertinentes y necesarias para repatriar a Ricardo Palmera a Colombia, a la mayor brevedad posible, para que pueda participar en el desarrollo del Plan de Paz Total. Que hasta que Palmera sea repatriado a Colombia, se le permita participar en sesiones virtuales con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).”