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“La clase dominante nos ha demostrado que no tiene una línea roja”, dijo Lamees M, un organizador del Movimiento Juvenil Palestino, al inaugurar una manifestación de más de cien mil personas frente a la Casa Blanca en la capital de Estados Unidos el sábado 8 de junio. “Financiarán el asesinato de cuarenta mil palestinos. Proporcionarán cobertura para la destrucción total de toda la Franja de Gaza. Proporcionarán el plan para el desplazamiento masivo de más de un millón de palestinos y luego enviarán bombas que llueven sobre la gente en sus tiendas de refugio”.
Más de 200 organizaciones se reunieron para realizar la manifestación y organizar decenas de autobuses para llevar a manifestantes de todo el país a Washington DC. Mil manifestantes viajaron durante la noche desde Tampa (Florida), y llegaron más manifestantes de lugares tan lejanos como Detroit, Iowa y Kentucky. Las organizaciones convocantes incluyeron el Movimiento Juvenil Palestino, Estudiantes Nacionales por la Justicia en Palestina, el Foro del Pueblo, Al-Awda: Coalición por el Derecho al Retorno de Palestina, la Red Comunitaria Palestina de Estados Unidos y la Coalición ANSWER.
Más temprano, el 8 de junio, Israel volvió a lanzar bombas sobre el campo de refugiados de Nuseirat, en una llamada “operación de rescate”. Las fuerzas sionistas “rescataron” a cuatro rehenes, pero en el proceso mataron a 274 palestinos e hirieron a más de 698 usando bombas de fabricación estadounidense.
Mientras decenas de miles, jóvenes y mayores, en representación de una multitud de nacionalidades, se reunían en Lafayette Square frente a la Casa Blanca, el sentimiento abrumador era de indignación porque el Gobierno de los Estados Unidos se ha negado hasta ahora a abandonar su apoyo incondicional a genocidio israelí.
Los manifestantes formaron una “línea roja” alrededor de la Casa Blanca, una pancarta roja de kilómetros de largo, en partes de la cual estaban inscritos los nombres de los cuarenta mil palestinos asesinados por Israel en el genocidio en curso desde octubre.
Los manifestantes denunciaban las afirmaciones anteriores de Biden de que la invasión de Rafah por parte de Israel sería una línea roja para su Administración, e incluso amenazaba con retener los envíos de armas cuando Israel todavía amenazaba con invadir.
“Dejé claro que si van a Rafah (aún no han ido a Rafah), si van a Rafah, no les proporcionaré las armas que se han utilizado históricamente para tratar con Rafah, para tratar con las ciudades, para abordar ese problema”, dijo Biden durante una entrevista con CNN el 8 de mayo.
Pero desde entonces Israel ha invadido y perpetrado masacre tras masacre en Rafah utilizando armas fabricadas en Estados Unidos, lo que no ha dado lugar a cambios sustanciales en la política de la Administración Biden. Estados Unidos continúa su política de décadas de enviar armas a Israel para llevar a cabo la destrucción sistemática de la vida palestina.
Peoples Dispatch habló con Mohammad del Movimiento Juvenil Palestino (PYM), quien dijo que “la clase dominante no es la que establece las líneas rojas. La clase trabajadora de este mundo es la que establece las líneas rojas”.
Mohammad también habló en la manifestación en Lafayette Square como representante del PYM, hablando del estado de la lucha más amplia por Palestina dentro de la diáspora desde octubre. “El pueblo de Gaza, la cuna popular, existe como la marca con la que siempre debemos medirnos. Y por eso no podemos permitirnos sucumbir a la desesperación, sucumbir al derrotismo”, dijo, dirigiéndose a los reunidos en la plaza.
“Simplemente existimos como un frente entre muchos”, continuó Mohammad. “Hemos cerrado calles, hemos cerrado puentes, aeropuertos, estaciones de tren… esto nunca había sucedido en la historia del imperio en mucho tiempo. Día tras día nos organizamos para obstruir las arterias del imperialismo, aquí dentro del vientre de la bestia”.
Más tarde ese mismo día, miles de personas se reunieron al otro lado de la Casa Blanca para celebrar un Tribunal Popular de Justicia que juzga a Benjamin Netanyahu, Yoav Gallant, Joseph Biden, Lloyd Austin, Anthony Blinken, así como a los Estados de Estados Unidos e Israel, por los delitos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
“A todas las personas de conciencia que ingresan al Tribunal Popular, les damos la bienvenida al lugar que les corresponde en la historia como jueces de lo que está bien y lo que está mal”, dijo Layan Fuleihan, organizador palestino y director de Educación del Foro del Pueblo.
Los asistentes al Tribunal Popular escucharon testimonios directamente desde Gaza, leídos por organizadores palestinos. Estos incluyeron el testimonio de una niña palestina de trece años que perdió a sus padres y a sus hermanos en un bombardeo israelí el 11 de diciembre de 2023, en el que solo ella y su hermano sobrevivieron con heridas importantes. Ahora se encuentra refugiada en una escuela de la UNRWA en el campo de Nuiserat, que ha sido bombardeado varias veces por las fuerzas israelíes.
“Nuestra vida en el refugio es difícil. Todos los días tengo que subir y bajar escaleras muchas veces, lo cual es muy difícil con mis heridas”, se lee en el testimonio. “Extraño volver de la escuela y encontrar a mi madre preparando la comida y comiendo juntas. Pero mi madre fue mártir. La ocupación la mató y me hizo continuar mi vida sin ella”.
El Tribunal Popular concluyó declarando culpables a todos los acusados de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Peoples Dispatch habló con Brian Becker, director ejecutivo de ANSWER Coalition, quien explicó la importancia de que miles de trabajadores se unan para llevar a juicio a los poderosos. “Este es un raro momento para que las personas que asisten a una manifestación masiva en Washington, DC, tengan como evento final el testimonio de abogados internacionales, abogados de derechos humanos y juristas sobre el testimonio directo de la propia gente de Gaza sobre crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y crímenes contra la paz”, dijo Becker.
Becker también habló de la importancia de la etapa actual del movimiento por Palestina en Estados Unidos, ocho meses después del genocidio, destacando que cada vez más personas “ahora piensan que la narrativa israelí es falsa”.
“Hemos creado esta conciencia… todos los grupos del movimiento que han estado en las calles, usando todo tipo de tácticas para mostrar protesta, mostrar oposición, mostrar lucha. La conciencia de las personas cambia cuando están en lucha. Cuando están en lucha, abren sus mentes a nuevas ideas. Y eso es lo que estamos presenciando en Estados Unidos”.
Traducción de Agencia Prensa Rural
