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Tras intensas batallas entre la policía y trabajadores de la caña de azúcar en huelga, ocurridas en las ciudades de Nkoteng y Mbandjock y que dejaron en llamas 150 hectáreas de cultivos de la empresa, la Sociedad Sucroazucarera de Camerún (SOSUCAM) llegó a un acuerdo con el sindicato.
El mayor productor de azúcar del país centroafricano consiguió un acuerdo para la reanudación del trabajo el sábado 8 de febrero, después de acceder a varias de las demandas del sindicato, como el aumento de los salarios y las prestaciones. Las operaciones de la empresa estaban paralizadas desde que el personal dejó de trabajar en Mbandjock el 26 de enero y en Nkoteng el 27 de enero. Según se informa, la huelga le costó a la empresa 3000 millones de francos CFA.
Propiedad Francesa
Solo el 26 % de este monopolio azucarero en Camerún es propiedad de su gobierno, mientras que el 74 % de SOSUCAM es propiedad del gigante agrícola francés Somdia Group. En SOSUCAM se había estado gestando un malestar laboral debido a los bajos salarios por el trabajo agotador, la supresión de la organización sindical y las peligrosas condiciones de trabajo que conducen a altas tasas de accidentalidad.
Condiciones de trabajo peligrosas e infracciones legales
Según un informe publicado en noviembre de 2023 por el Sindicato de Trabajadores Estacionales del Sector de la Caña de Azúcar, en solo ocho meses de la temporada de cultivo 2022-2023 se registraron al menos 100 accidentes.
El sindicato también denunció que la empresa no proporcionó equipo de protección a muchos trabajadores, lo que constituye una violación de una ley de 1977, que también estipula que las víctimas de accidentes laborales deben recibir una indemnización diaria, atención médica y prestaciones en caso de discapacidad permanente.
Sin embargo, al 90 % de las 8000 personas que trabajan de forma temporal o estacional no se les proporciona el equipo de protección adecuado y no reciben compensación completa en caso de accidente. En caso de lesiones graves que les incapaciten para trabajar, son despedidas sin indemnización. “Estas personas son más vulnerables que los empleados fijos: no tienen seguridad laboral, sus condiciones de trabajo son peores, sus salarios son más bajos y no tienen seguro médico”, añade el informe.
Retrasos salariales y represión sindical
En el momento de su publicación, Jean-Pierre Champeaux, que asumió el cargo de nuevo director general, agravó la situación al bajar unilateralmente la categoría de varios trabajadores sin dar ninguna explicación y cambiar el calendario de pagos.
Desde 1998, a las población trabajadora se le había pagado un anticipo el día 20 de cada mes y el resto del salario el día 5 del mes siguiente. Bajo Champeaux, a ciertas personas se les pagaban los anticipos el día 5, mientras que a otras se les pagaban el día 10, y a otras el día 15, 20 y 25.
🔴 INFO CAMEROUN 🇨🇲 – NKOTENG (RÉGION DU CENTRE)
La grève des employés de l’entreprise sucrière SOSUCAM pour la revendication des mois de salaires impayés s’est transformée en émeutes.
Ci dessous le communiqué qui aurait mis le feu au poudre pic.twitter.com/m8QgymSHjW
— WANDAFU!🇨🇲🇨🇫📍🇫🇷 (@wandafu7) February 4, 2025
La represión contra el sindicato también se intensificó. Champeaux suspendió temporalmente al presidente del sindicato el pasado mes de abril, acusándolo de “incitar a la revuelta” en las plantaciones de la empresa.
Tras una denuncia policial presentada por la empresa, activistas de la asociación OnEstEnsemble, que ha estado ayudando a organizar el sindicato, recibieron varias citaciones en 2024, según informó Mongabay. Durante su interrogatorio, la policía les presionó para que dejaran de trabajar con el sindicato y la población local, que lleva mucho tiempo sufriendo la contaminación de sus tierras y cuerpos de agua debido a la práctica de la empresa de fumigar de forma aérea con pesticidas y desechar residuos en los ríos.
La huelga y la represión violenta
Años de rabia entre miles de trabajadores finalmente estallaron pocos días después de que el nuevo director ejecutivo, Jean-Louis Liscio, asumiera el cargo en enero. La población trabajadora esperó hasta el 26 de enero para iniciar una huelga, al ver el retraso del pago de los anticipos salariales de ese mes.
Los pagos se procesaron más tarde esa noche, pero los trabajadores siguieron exigiendo el restablecimiento del calendario de pagos anterior y la anulación de las rebajas de rango.
Tras una semana de huelga pacífica, la empresa llamó a la policía. El 4 de febrero, las autoridades se dirigieron a Nkoteng para dispersar la manifestación. Dispararon unos 20 proyectiles de gas lacrimógeno y también utilizaron cañones de agua contra la multitud. Cuando la población trabajadora resistió en la manifestación, la policía disparó, presuntamente, a un trabajador temporal en el pecho a quemarropa con un Kalashnikov, matándolo al instante. Informes no verificados afirman que hubo más muertes.
La población local salió a las calles indignada, junto a los trabajadores para enfrentarse a la policía, apedreándola. En los violentos enfrentamientos, al menos 11 personas resultaron heridas, incluidos varios agentes de policía. Al irrumpir en las instalaciones de la empresa, tanto en Nkoteng como en Mbandjock, multitudes de personas destrozaron sus propiedades e incendiaron 150 hectáreas de su plantación de caña de azúcar. Unas 20 personas fueron detenidas.
A pesar de la represión, la huelga persistió.
Los trabajadores consiguieron concesiones, pero las tensiones persisten
Finalmente, el 7 de febrero, la dirección celebró una reunión para negociar. SOSUCAM acordó restablecer el calendario de pagos anterior e implementar aumentos salariales. El subsidio mensual por limpieza pasó de 600 a 750 francos CFA, el subsidio de salud de 3000 a 3500 francos CFA y el salario base de la población trabajada de la categoría 2A de cortadores pasó de 56 000 a 57 000 francos CFA. También se esbozaron directrices para garantizar los pagos puntuales.
La población trabajadora reanudó su labor el 8 de febrero, pero las tensiones siguieron siendo altas. El 9 de febrero, Voice of Nigeria informó que Nkoteng “está ahora fuertemente militarizada, con muchas actividades ralentizadas”.
La eurodiputada francesa de izquierda, Marina Mesure condenó la “represión sangrienta” de la huelga, y pidió al comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maroš Šefčovič, que hiciera responsable a Somdiaa de sus “repetidas violaciones de los derechos de las personas empleadas de SOSUCAM”.