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Las Fuerzas de Ocupación Israelíes (IOF por sus siglas en inglés) asaltaron el campo de refugiados de Yenín en la mañana del 26 de enero, matando al menos a nueve personas e hiriendo al menos a veinte. En la incursión murieron dos niños a manos de soldados israelíes, además de Izz al-Din Salahat, de 26 años, Saeb Azriqi, de 24 años, y Magda Obaid, de 60 años. Seis de las víctimas recibieron disparos mortales, una murió después de que un jeep militar de las IOF le aplastara el cráneo y dos fueron quemadas vivas por cohetes.
Según el Teatro de la Libertad, centro de teatro comunitario con sede en el campo de refugiados de Yenín, las IOF destruyeron el Centro Juvenil de Yenín, así como el monumento al mártir Dawood Zubaidi.
Wissam Baker, director del hospital público de Yenín, declaró a Al Jazeera que las IOF impidieron que las ambulancias llegaran hasta las víctimas. “El conductor de la ambulancia intentó llegar hasta uno de los mártires que estaba en el suelo, pero las fuerzas israelíes dispararon directamente contra la ambulancia y les impidieron acercarse a él”, declaró Baker. Baker también afirma que las IOF dispararon gas lacrimógeno contra el ala infantil del hospital, causando lesiones por asfixia a los niños y a otras personas. Las IOF niegan haber disparado gas lacrimógeno deliberadamente contra el hospital, pero admiten que es posible que el gas lacrimógeno entrara en el edificio “por una ventana abierta”.
Hamás ha denunciado la masacre y ha instado a los habitantes de Gaza a salir a la calle para protestar, afirmando que “la respuesta de la resistencia no se hará esperar”. Israel ha intentado justificar las matanzas alegando que las IOF intentaban detener a los sospechosos de conspirar y llevar a cabo “múltiples atentados terroristas de gran envergadura”, y que algunas víctimas fueron abatidas sólo después de abrir fuego.
Fatah y otras organizaciones palestinas han hecho un llamamiento a los palestinos para que entren en una huelga general.
El Teatro de la Libertad calificó este ataque como “el mayor y más extenso desde 2002”, cuando las fuerzas israelíes atacaron el campo de refugiados durante la batalla de Yenín, durante la Segunda Intifada. Desde su creación hace más de 70 años, el campo ha sido blanco de numerosos ataques de las IOF. Shireen Abu Akleh, periodista palestino-estadounidense de fama mundial, murió a manos de las IOF mientras cubría una incursión en Yenín el pasado mes de mayo. En toda Palestina, más de 170 personas murieron en redadas en 2022, la mayoría civiles. Sólo en enero de 2023, las fuerzas israelíes han matado a 29 palestinos en redadas, 15 de ellos en Yenín.
El Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, declaró: “Estoy profundamente alarmado y entristecido por el continuo ciclo de violencia en la Cisjordania ocupada… Desde principios de este año, seguimos presenciando altos niveles de violencia y otras tendencias negativas que caracterizaron el 2022. Es crucial reducir las tensiones de inmediato y evitar más pérdidas de vidas humanas.”
