Diputada Federal Juliana Cardoso: Lula debe salvar a Brasil del capitalismo salvaje

Bolsonaro había acelerado un proyecto que, según Cardoso, era una “avalancha de capitalismo salvaje. Es un capitalismo que mata, que destruye, que hace mucho dinero para unos pocos”

November 11, 2022 by Vijay Prashad, Zoe Alexandra

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Juliana Cardoso está sentada en su oficina frente a un mandala lavanda, naranja y amarillo que fue hecho para ella. Ha formado parte del concejo municipal de la ciudad de São Paulo desde 2008. El 2 de octubre de 2022, como candidata del Partido de los Trabajadores (PT), ganó un escaño en la cámara baja de Brasil, la Cámara Federal de Diputados.

Viste una camiseta que lleva un poderoso slogan: O Brasil é terra indígena. La consigna resuena en su valiente campaña contra el desprecio demostrado hacia las poblaciones indígenas por Jair Bolsonaro, el presidente número 38 de Brasil, derrotado el 30 de octubre. En 2020, en el punto más alto de la pandemia, Bolsonaro vetó la Ley no.14021 que le hubiese proveído de agua potable y materiales médicos básicos a las comunidades indígenas. Por esta acción varias organizaciones lo denunciaron ante la Corte Penal Internacional.

En abril de 2022, Cardoso escribió que los derechos de los indígenas “no provinieron de la bondad de aquellos en el poder, sino de las luchas por siglos de los pueblos indígenas. Aunque garantizados en la Constitución [de 1988], a diario estos derechos están bajo amenaza”. Su trabajo político ha estado definido por su compromiso con su propia herencia indígena, pero también por su profunda antipatía hacia el “capitalismo salvaje” que ha canibalizado su país.

Capitalismo salvaje

Bolsonaro había acelerado un proyecto que Cardoso clasificó como una “avalancha de capitalismo salvaje. Es un capitalismo que mata, que destruye, que hace mucho dinero para pocas personas”. Los actuales beneficiarios de este capitalismo se niegan a reconocer que los días de ganancias ilimitadas casi terminaron. Estas personas – que en su mayoría apoyaron a Bolsonaro – “viven en su propia burbuja; con mucho dinero, con piscinas”. La victoria electoral de Lula el 30 de octubre no detendrá inmediatamente su “política de la muerte”, pero sin lugar a dudas abrió una nueva posibilidad.

Nuevos estudios sobre la pobreza en Brasil revelan hechos alarmantes. Un estudio de FGV Social de julio de 2022 encontró que casi 63 millones de brasileños – 30% de la población del país – viven bajo la línea de la pobreza (entre 2019 y 2021 se sumaron a este porcentaje 10 millones de personas). El Banco Mundial documentó las divisiones espaciales y raciales de la pobreza brasileña: tres de cada diez de los pobres en Brasil son mujeres afrobrasileñas en zonas urbanas, mientras que tres cuartos de los niños en la línea de la pobreza viven en zonas rurales. Las políticas de redistribución de la riqueza hacia arriba del presidente Bolsonaro durante la pandemia y después de ella contribuyeron a la pobreza en general en el país, y exacerbaron las profundas desigualdades sociales de raza y región que ya existían. Esto, dice Cardoso, es evidencia del “capitalismo salvaje” que tiene atrapado a su país y que ha dejado a decenas de millones de brasileños en un “hueco, sin esperanzas de vivir”.

Sembrar la esperanza

“Nací y fui criada dentro del PT”, nos dice Cardoso, en el sector Sapopemba de São Paulo. Rodeada de las luchas contra el “capitalismo salvaje”, fue formada por sus padres, ambos activos en el PT. “De niña, caminaba entre aquellos que construyeron el partido, como José Dirceu, José Genoino, el propio presidente Lula”, así como su madre: Ana Cardoso, que fue una de las fundadoras. Sus padres – Ana Cardoso y Jonas “Juruna” Cardoso – estaban activos en las luchas de los metalúrgicos y por las viviendas públicas en el área de Fazenda da Juta de Sapopemba. Días después de encabezar una protesta en 1985, pistoleros misteriosos mataron a disparos a Juruna. Juliana estaba sentada en su regazo afuera de su modesto hogar en la COHAB Teotônio Vilela. A su madre le dijeron que no insistiera con una investigación, ya que eso “traería más muertes”. Esta historia de lucha define a Juliana.

​​“No somos burócratas”, nos dijo. “Somos militantes”. Personas como ella que ahora estarán en el Congreso usarán “el instrumento del mandato para avanzar en una agenda” para mejorar las condiciones de la vida diaria. Señalando el mandala en su oficina, Juliana dice: “Creo que la parte lila es mi timidez”. Su vida activa en política, dice, “de alguna manera me cambió de ser una persona tímida a una mucho más firme”. Existe una sola razón por la que “yo estoy aquí”, dice, y esa es “para sembrar, tener esperanza por semillas que pelearán conmigo por la clase obrera, por las mujeres, durante esta difícil lucha de clases”.

La política en Brasil es violenta

Lula será juramentado como presidente el 1 de enero de 2023. Tendrá que enfrentarse a una Cámara de Diputados y un Senado que están bajo el control de la derecha. Este no es un fenómeno nuevo, aunque el centrão, el bloque oportunista del parlamento que controla las cosas, ahora tendrá que trabajar con los miembros de extrema derecha del movimiento de Bolsonaro. Juliana y sus aliados de izquierda serán una minoría. La derecha, dice, entra en la política sin deseo alguno de abrir un diálogo sobre el futuro del país. Muchos políticos de derecha son duros, formados por fake news y una actitud sofocante hacia el dinero y la religión. “Odio, armas, muerte”: estas son las palabras que parecen definir a la derecha en Brasil. Es por ellos que la política “es muy violenta”.

Juliana incursionó en la política a través de las luchas desarrolladas por las Comunidades Eclesiásticas de Base (CEB) de la iglesia católica, aprendiendo su ética a través de la Teología de la Liberación mediante el trabajo de Dom Paulo Evaristo Arns y Paulo Freire. “Tienes que involucrarte con la gente en sus luchas, dialogar con ellos sobre eso”, nos dijo. Esta actitud hacia la construcción de luchas y dialogar con quien sea define a Juliana mientras se prepara para ir a Brasilia a asumir su curul en el Congreso Nacional, dominado por la derecha.

Lula “es un as”, dice Juliana. Pocos políticos tienen su capacidad para dialogar y convencer a otros sobre lo correcto de sus posiciones. La izquierda es débil en el Congreso Nacional, pero tiene la ventaja de Lula. “El presidente Lula necesitará ser la gran estrella”, dijo Juliana. Tendrá que liderar la carga para salvar al Brasil del capitalismo salvaje.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. También es miembro senior no-residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y The Withdrawal: Iraq, Libya, Afghanistan, and the Fragility of U.S. Power (con Noam Chomsky).

Zoe Alexandra es periodista y co-editora de Peoples Dispatch. Cubre movimientos sociales y políticas de izquierda en América Latina y el Caribe.

Este artículo fue producido para Globetrotter.